La equinácea está considerada como el estimulante más importante en la fitoterapia occidental y es seguramente la planta más empleada por su eficacia en aumentar la defensas y luchar contra las infecciones de todo tipo.
Ha sido usada durante muchos años por sus propiedades como desinfectante bactericida, pero su uso fue decreciendo por la aparición de los antibióticos. Pero actualmente esto ha ido cambiando debido a la resistencia que muestran ciertas bacterias a los antibióticos.
Propiedades.
Hoy en día se utiliza muy a menudo para aliviar los estados gripales y los catarros, así como para combatir las infecciones del tracto respiratorio superior. Más concretamente para el resfriado común.
Es un recurso herbario excepcional por sus propiedades inmunoestimulantes, antiinflamatorias, antisépticas, antialérgicas, cicatrizantes, etc. Pero lo que realmente la hace conocida es su efecto preventivo de resfriados y gripes, su reducción de los síntomas cuando ya los hemos contraído, y la capacidad para evitar recaídas.
La equinácea aumenta nuestras defensas, activando la formación de leucocitos y bloqueando la acción de virus y bacterias.
Otras infecciones donde se usa la equinácea son la influenza, el herpes genital, enfermedades de las encías, el tifus, la malaria, infecciones de levadura vaginales, del tracto urinario o del torrente sanguíneo.
También es recomendado su uso en otras afecciones como el síndrome de fatiga crónica, dolores de cabeza, reumatismo o incluso el trastorno de déficit de atención e hiperactividad.
Dosis de la equinácea.
Se suele tomar en suplementos que la contienen, tanto en forma de tabletas, comprimidos o cápsulas. En cualquier caso debemos hacer caso a las indicaciones del prospecto.
Ejemplos de complementos naturales muy efectivos con equinácea son de la marca MG DOSE y la marca HOMEOSOR
La dosis que se suele emplear, por ejemplo en afecciones comunes como el catarro, dolor de garganta o la bronquitis, son de 1000 mg al día repartidos en 5 tomas hasta que desaparezcan los síntomas. Aun así, no es aconsejable su utilización en periodos excesivamente prolongados.
Efectos secundarios.
Utilizada en corto plazo en la mayoría de los casos resulta segura. En cuanto al largo plazo se han dado algunos casos donde han aparecido efectos secundarios como náuseas, vómitos, diarrea, dolor de garganta, dolor de cabeza, insomnio o dolores articulares o musculares.
Para los niños también es recomendada mientras no se utilice en un plazo superior a 10 días. Al igual que no es aconsejable durante el embarazo, y el periodo de lactancia.