Seguro que has oído hablar de la dieta de la alcachofa en más de una ocasión. ¿Cuál es su origen? Tradicionalmente se ha atribuido a la alcachofa propiedades diuréticas, por lo que se viene utilizando en dietas para perder peso. Además, favorece la eliminación de toxinas y el correcto funcionamiento del hígado.
Sus propiedades diuréticas resultan interesantes no sólo en caso de sobrepeso, sino también en otros casos en los que sea necesaria combatir la retención de líquidos, como enfermedades circulatorias, hepáticas, gota, etc.
Hay varios laboratorios que han desarrollado complementos nutricionales a base de alcachofa, que se utilizan no sólo para perder peso, sino también para ayudar a hacer la digestión de comidas fuertes o como complemento en tratamientos de trastornos renales, como comentábamos antes.
Los laboratorios Arkopharma, además, han añadido a su Arkofluido de alcachofa aceites esenciales del Hinojo, que favorecen la eliminación de los gases que se producen durante la digestión.
El tratamiento va en función de las necesidades de cada persona. Lo recomendado es hacer un tratamiento de 2 meses y descansar uno, pero puede hacerse de forma más continuada. Y se puede repetir la toma del producto varias veces al año, sin ningún problema.
Además, a la alcachofa se le atribuyen otras propiedades para la salud. Sus ácidos favorecen la disminución del nivel de colesterol en sangre y la presión arterial, además de rebajar el nivel de azúcar en sangre (por lo que esta dieta es apta para diabéticos).
En resumen, ¿por qué la alcachofa puede ayudarnos a bajar de peso? Fundamentalmente, por su bajo aporte calórico, porque ayuda a la digestión, es diurética y favorece la disminución del nivel de colesterol en el organismo.
Y para finalizar, como siempre que hablamos de complementos nutricionales para perder peso, es importantísimo tener en cuenta que, para que funcionen, es necesario combinarlos con dieta equilibrada y ejercicio físico de forma regular.