Las altas temperaturas pueden hacer estragos en nuestro cuerpo e incluso en nuestra rutina diaria. Durante las vacaciones, tendemos a estar más relajados y descuidamos nuestros hábitos de vida saludables, dejando de prestar atención a aspectos como la alimentación o ciertas rutinas de belleza que convendría mantener o incluso prestarles más atención durante el verano.
Estos son algunos ejemplos de aspectos y rutinas que no deberíamos descuidar en época estival:
– Protección solar. Las cremas solares no deben utilizarse exclusivamente cuando vamos a la playa. Es importante mantener la piel protegida también en la ciudad, sobre todo si vamos a estar largo rato por la calle, aunque busquemos la sombra para evitar el calor. Si vas a estar al aire libre, aplica protección solar en tu piel. Incluso cuando esté nublado. Además, no olvides utilizar filtros físicos: gafas de sol, sombreros y tejidos ligeros para protegerte del sol y del calor. Los potenciadores solares en cápsulas también te ayudan a broncearte y proteger tu piel del fotoenvejecimiento, de una forma muy eficaz.
– Exfoliar e hidratar. Al tener la piel más expuesta a agentes externos como el sol, el aire o el agua de playas y piscinas, es posible que la tengamos más reseca. Es recomendable exfoliar la piel con un exfoliante suave para quitar células muertas y favorecer la regeneración celular. Este simple gesto, una vez por semana, nos ayudará también a conseguir un bronceado más uniforme. Después de exfoliar, los tratamientos hidratantes actuarán mucho mejor sobre nuestra piel.
– Alimentación equilibrada. Las frutas, verduras y hortalizas, además de aportar hidratación, contienen una serie de vitaminas y minerales que mejoran el aspecto de nuestra piel. Evitar comidas a base de fritos, salsas y sobre todo, la sal, nos ayudará a no retener líquidos y sentirnos más ligeros.
– Maquillaje. Nuestro cutis necesita diferentes tratamientos en invierno y en verano. Y pasa lo mismo con el maquillaje. Puede que la base que utilicemos en invierno sea muy densa y, con el calor, nos haga sudar y sature nuestra piel, provocando la aparición de granitos y una desagradable sensación de pesadez. En verano utiliza bases libres de aceites, más ligeras, y termina tu look aplicando polvos de sol, para lucir o resaltar un bonito tono bronceado.
– No dejes de hacer ejercicio físico. O te arrepentirás. Y no es una amenaza, es un buen consejo. En verano tendemos a relajarnos y a poner la típica excusa de que hace demasiado calor. Para evitar la pereza, haz deporte a primera hora del día o busca actividades acuáticas como la natación o el aquagym, con las que al mismo tiempo puedas refrescarte con un buen chapuzón en la piscina.
– Controlar el exceso de sudoración. Para solucionar este problema, lo mejor son los productos antitranspirantes. Yo te recomendaría Monodermá Idrosi de Repavar, un tratamiento localizado para controlar la sudoración excesiva de axilas, pies, manos y cara con eficacia 24h. Sin perfume y muy discreto, al mismo tiempo respeta el equilibrio natural de la piel, incluso de las más sensibles.
– Protege tu cabello. El sol, el agua del mar y el cloro de la piscina son sus peores enemigos. Un buen corte de pelo, antes y después del verano, para sanear las puntas, le sentará de maravilla. Además, hidrátalo con una mascarilla al menos dos veces por semana, y cuando finalice la temporada de playa, pregunta en tu peluquería por un tratamiento más intensivo con productos como la queratina, para repararlo en profundidad. Si lo notas muy debilitado, existen complementos nutricionales que ayudan a fortalecerlo y aportarle más volumen, como las cápsulas “Potenciador Capilar” de Innovage. Un cabello frágil estará menos protegido del cepillado, el lavado y el secador y notaremos cómo se cae más.
¿Cuáles son tus básicos de belleza y cosmética durante el verano?