Las cicatrices son en muchas ocasiones causa de complejos e inseguridades, por eso te vamos a dar unos trucos para que las cuides y vayan mejorando a corto plazo.
- En primer lugar, es importante que las aísles de las radiaciones solares. El sol puede agravar el estado de las cicatrices por eso es recomendable utilizar factor de protección 50 si vamos a exponernos al sol, aunque si es posible, evitarlo cubriéndolas para que no incida directamente sobre ellas.
- Hidrátalas mucho. En las cicatrices de cierta gravedad el agua se evapora con mucha más rapidez por eso hay que hidratar mucho la zona con cremas y vendajes para que retenga la humedad.
- No realices un masaje muy brusco en la zona dañada, sobretodo en el caso de quemaduras. Para evitar roces o tirones de la piel es fundamental que apliques vendajes que permitan transpirar.
- Para camuflarlas, puedes recurrir a tatuajes como en el caso de la desaparición de cejas. Siempre y cuando, consultando la opinión de un especialista.
También existen otros métodos como los apósitos de Trofolastin, especialmente indicados para mamoplastias de aumento. Es muy fácil de utilizar. Solo tienes que colocarlo encima de la cicatriz y se mantendrá fijado hasta 5 días. Es resistente al agua y puedes quitarlo y ponerlo tantas veces como quieras. Los efectos los notará entre 8 y 10 semanas de tratamiento.
También puedes probar otro reductor de cicatrices más genérico. Reduce queloides producidas por quemaduras, cirugía general o heridas traumatológicas. El modo de empleo es igual que el anterior. Puedes recortar el apósito para adaptarlo a las dimensiones de la cicatriz.
Prevenir es curar, por eso si tienes la oportunidad de cuidar las cicatrices desde el primer momento, los efectos serán más leves. Evita el algodón, límpiala bien (evita el alcohol), deja que las costras se caigan solas e hidrátala con aceite de rosa mosqueta.