Las estrías son un tipo de cicatriz. La piel cuando se estira, ya sea a causa del crecimiento o durante el embarazo, llega a “romperse” dejando una marca en la piel blanquecina o rojiza llamada estría. La aparición de estrías está condicionada genéticamente y se origina por una falta de colágeno en la piel.
Pasar por el quirófano conlleva algunas consecuencias y una de ellas es el tratamiento de la cicatriz. Es muy corriente la formación de cicatrices hipertróficas o de queloides. Ambas se caracterizan por una superproducción de colágeno y de células lo que la hacen al final vistosa y abultada, muchas veces las definimos como un cordón.
La diferencia principal entre ambas es que la cicatriz hipertrófica se forma en el mismo momento de cicatrización y el queloide puede evolucionar hasta al año de la incisión.
Por eso entendemos que es muy importante estimular o evitar problemas de cicatrización incorrecta.
Hay numerosos productos para tratar las cicatrices, por ejemplo:
ISIMO-DERM ayuda a reducir el tamaño, grosor, altura, y color de todos tipos de cicatrices.
Se trata de unas hojas de silicona de grado médico 100% que se aplican encima de las cicatrices. Es el producto más efectivo actualmente ya que el apósito de silicona puede ser utilizado para cicatrices por cesaría, abdominoplastias, después de procedimientos de corazón abierto, cicatrices por laparoscopia etc.
Si has tenido un bebé hace unas semanas, no te preocupes. Empieza a utilizar productos específicos para eliminar las cicatrices y este verano podrás ponerte el bañador sin miedo.
También puedes probar Xeragel, una pomada de silicona 100% transparente, diseñada convenientemente para aplicarse regularmente en cicatrices pequeñas. Perfecta para aplicarse discretamente en áreas donde las láminas de silicona serían visibles ó de difícil aplicación. Una vez ha empezado la cicatrización y se han retirado los puntos, es cuando se ha de empezar a tratar. ¿Estás preparada?