Con el otoño empiezan los cambios de temperatura, de humedad, llegan las primeras lluvias,… lo que hace que nuestro cuerpo necesite consumir más energía y por tanto bajen las defensa. Por eso, en esta época del año, aparecen los resfriados.
¿Qué es un resfriado?
Se trata de una patología leve, posiblemente la más extendida en el mundo ya que una persona sana puede padecerla entre dos y tres veces de media al año. Suele producirse en esta época del año ya que el frío y la humedad favorecen la supervivencia de los virus.
Frecuentemente se inicia con malestar general y dolor de garganta, que puede ir acompañado de cefaleas, tos, fiebre leve, congestión nasal y secreciones. Estos síntomas se van desarrollando progresivamente durante aproximadamente una semana, que es lo que suele durar.
¿Cómo podemos evitarlo?
A pesar de que muchas veces es inevitable sufrir un resfriado hay factores que pueden ayudar a protegernos de él: tomar vitamina C, realizar ejercicio físico de forma regular durante el año, beber mucha agua, evitar los cambios bruscos de temperatura, descansar adecuadamente, tomar frutas y vegetales,… son acciones que fortalecen nuestras defensas y nos protegen de los virus y las bacterias.
Pero si finalmente lo padeces no te preocupes, tenemos la solución.
Remedios naturales contra el resfriado.
Hay muchos remedios naturales que alivian los síntomas:
- Hidrátate. Bebe mucha agua y toma líquidos calientes que ayuden a aliviar de inmediato el flujo nasal, la tos, los estornudos y garganta. Además, puedes tomar té de sauco, té verde, té de tomillo o de canela, ya que son antisépticos, expectorantes y algunos tiene efectos calóricos, como la canela, que estimula la transpiración y alivia los escalofríos.
- Toma vitamina C para ayudar a tus defensas a luchar contra los virus y las bacterias.
- Por sus propiedades analgésicas, antipiréticas y antibacterianas te ayudará a sentirte mejor. Añade una cucharada de jengibre fresco a una taza de agua hirviendo y, si lo necesitas, endúlzalo con miel y un poco de limón.
- Ajo y cebolla. Incorpóralos en la dieta pues su contenido en alicina, sustancia antisépticas, te ayudará a combatir la gripe y otras infecciones.
- Baños de vapor. Alivia la irritación de la garganta y abre las vías respiratorias mediante vaporizaciones de eucalipto.
- Irrigación nasal para acabar con la secreción; mezcla una cucharadita de sal marina sin yodo y otra de bicarbonato en una taza de agua tibia. Vierte un par de gotas en cada fosa nasal y suena tu nariz suavemente.
- Antiséptico que te ayudará a eliminar las flemas, a controlas y combatir la infección de garganta, además de ayudarte con la expectoración. Puedes tomarla directamente, como endulzante o haciendo gárgaras.
- Evita el consumo de lácteos ya que aumentan el riesgo de acumular mucosidad y potencia la inflamación.
- Bebe una infusión de corteza y bayas de sauco; contiene ácido salicílico, que alivia el dolor y la fiebre, y sambucol que combate la infección.
- Equinacea, si la consumes ante los primeros síntomas del refriado ayudará a reducir los síntomas y, gracias a que estimula el sistema inmunológico, hacer que pase más rápido.
- Dormir ocho horas y descansar adecuadamente ayuda al sistema inmune a actuar mejor y acelera la recuperación.