La contaminación, los deshechos de nuestro metabolismo, la radiación solar… influyen negativamente en nuestras células, provocando que éstas envejezcan antes. Para evitarlo y proteger al organismo los antioxidantes son fundamentales, ya que además ayudan en la pérdida de peso.
Por lo general, consumimos la cantidad necesaria de antioxidantes a través de la alimentación, siempre y cuando se siga una dieta sana y equilibrada que satisfaga la cantidad de nutrientes, vitaminas, minerales,… del organismo.
¿Cuáles son los más importantes?
De los distintos antioxidantes que podemos encontrar, los más importantes son:
- La vitamina C o ácido ascórbico, una vitamina implicada en el desarrollo, crecimiento y la reparación de células y tejidos. Tiene una función barrera que protege al organismo de las infecciones, toxinas y contaminantes. Además, la Vitamina C es fundamental en muchas funciones: formación de colágeno, el mantenimiento de los huesos y cartílagos, la absorción de hierro, el correcto funcionamiento sistema inmunitario y la curación de heridas.
- Vitamina E la vitamina que protege a las células de la destrucción por oxígeno causada por las grasas poli-insaturadas y otras sustancias como la vitamina A. También contribuye en la formación de las células rojas en sangre, la producción de energía, la síntesis del ADN y del ARN, y la disminución del riesgo de enfermedad de la arteria coronaria. En las mujeres también es un potente aliado a la hora de reducir los síntomas premenstruales
- Se trata de unos pigmentos que se pueden convertir en vitamina A, necesaria para el desarrollo óseo, la función reproductiva y la salud ocular. Además, el Betacaroteno ayuda a protegernos del daño provocado por los rayos del sol.
- La coenzima Q-10 necesaria para el metabolismo de las grasas y producción de energía, ayudando a evitar la acumulación de ácidos grasos en los tejidos del corazón.
- ALA o Ácido Alfa Lipoico: un antioxidante universal ya que puede llegar a los tejidos grasos y acuosos, ayudando a activar el metabolismo, combatiendo los radicales libres y el envejecimiento, mejorando la elasticidad de la piel y protegiendo contra las enfermedades del corazón, la diabetes y problemas del hígado.
- Melatonina. Se trata de una neurohormona que produce el cerebro y regula el ciclo del sueño. Sus propiedades antioxidantes contribuyen a proteger las células nucleares y del ADN mitocondrial.
- El té verde es un antioxidante cargado de polifenoles, como los flavonoides y catequinas, que neutralizan el daño oxidativo causado por los radicales libres, y protegen las moléculas que constituyen los tejidos. Además, su contenido en Galato de Epigalocatequina (EGCG) le confiere propiedades quema grasas.