Los días en la playa o piscina son un básico del verano: paseos por la orilla, tumbarse al sol, hacer deporte, etc. Y, aunque estas actividades nos encantan, pasar tantas horas al sol pasa factura a la piel.
A pesar de utilizar un buen protector solar, tras pasar el día al sol es importante darle un cuidado extra para recuperar su hidratación y bienestar.
La limpieza de la piel
El uso del protector solar, el sudor, el mar y la sal, el cloro, la arena,… deja restos en la piel, y aunque no nos demos cuenta, afectan a ésta.
Por ello, es importante eliminar todos estos elementos empleando un jabón específico que respete el pH de tu piel y darte un baño con agua templada, aplicando bien el jabón por todo el cuerpo.
De esta manera la piel queda limpia, sin daños, y preparada para los siguientes cuidados.
Hidratación
Tras limpiar adecuadamente la piel es importante hidratarla para que esté bien nutrida. Para ello hay infinidad de cremas hidratantes, serúms, mascarillas,… Pero yo te recomiendo el Agua termal de Avene por sus propiedades calmantes, antiittitantes e hidratantes.
Agua termal avene
Este producto proporciona un cuidado calmante y antiirritante esencial para las pieles sensibles, hipersensibles, alérgicas e irritadas por el sol.
Directamente recogida en el grifón de la fuente, el Agua termal de Avène, bacteriológicamente pura, envuelve la piel con una fina película protectora suave y fresca que le proporciona una sensación de calma, comodidad y bienestar.
Su composición única y constante le confiere propiedades calmantes y desensibilizantes, demostradas por numerosos trabajos científicos, que permiten su uso para el tratamiento de afecciones cutáneas.
De esta forma, el Agua termal de Avène refresca y protege la piel de forma duradera:
- De Rojeces
- Después de una intervención quirúrgica
- De irritación cutánea
- Después de una quemadura solar
- Dermatitis del pañal del bebé
- Después de desmaquillarse, afeitarse o depilarse
- Después de hacer deporte
